Banco de México publica el 12 de junio de 2019 su “Reporte de Estabilidad Financiera Junio 2019”
En cuanto al entorno económico nacional, el documento señala: “En el ámbito interno, en el último trimestre de 2018 la actividad económica exhibió una desaceleración con respecto al trimestre anterior, y una contracción en el primer trimestre de 2019. En cuanto a los componentes de la demanda agregada, el consumo privado ha venido mostrando una desaceleración desde noviembre de 2018 como resultado de un menor consumo de servicios y una debilidad en el consumo de bienes. Por su parte, la inversión ha venido mostrando una tendencia negativa desde el segundo trimestre de 2018. Además, las exportaciones manufactureras continuaron la desaceleración que se ha venido observando desde la segunda mitad de 2018. En referencia a la posición cíclica de la economía, se estima que las condiciones de holgura presentaron un relajamiento desde el segundo trimestre de 2018 y hasta principios de 2019 respecto a los meses previos. Cabe destacar que las tensiones y posibles afectaciones comerciales con Estados Unidos podrían acentuar la desaceleración que se ha observado, tanto en las exportaciones como en la inversión. Asimismo, la reciente reducción en la calificación crediticia de México y Pemex implica un riesgo adicional a la baja para la actividad económica. Afectaciones en la capacidad crediticia aumentarían los costos de financiamiento del sector público y podrían afectar la captación de inversión productiva. Como resultado de lo anterior, el balance de riesgos para el crecimiento se ha tornado más incierto y continúa sesgado a la baja”.
Con respecto a la inflación, el documento indica: “La inflación general anual promedio disminuyó del último trimestre de 2018 al primer trimestre de 2019 de 4.82% a 4.10%. Esta disminución se asoció a una menor inflación no subyacente anual producto, en gran parte, por menores tasas de crecimiento de los precios de los productos energéticos y agropecuarios. No obstante, esta disminución en la tasa de inflación se interrumpió con un incremento en marzo, el cual se acentuó en abril al pasar a 4.41%. Estos incrementos fueron producto de aumentos en sus dos componentes, contribuyendo en mayor medida el alza en la inflación subyacente, el cual obedeció sobre todo al incremento en los precios de las mercancías alimenticias y al repunte de la variación en los precios del componente de servicios. Sin embargo, en mayo, la tasa de inflación general se redujo a 4.28%, esto como resultado de una disminución en los precios de bienes energéticos, agropecuarios y servicios turísticos”.
Sobre los Mercados Financieros se cita: “Desde la publicación del último Reporte, en octubre de 2018, los mercados financieros internacionales mostraron cierta volatilidad, afectados por diversos factores, los cuales tuvieron un impacto importante en el comportamiento de los precios de los activos. En particular, durante octubre y hasta la primera mitad de diciembre de 2018, los mercados estuvieron afectados por cuatro factores: la intensificación del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, una desaceleración más pronunciada en la economía global, el apretamiento de las condiciones financieras en el mundo y la inestabilidad política en algunos países. En dicho periodo se observó una apreciación del dólar estadounidense, un aumento de las tasas de interés en los principales países desarrollados y una disminución en los índices accionarios acompañados de mayor volatilidad ante indicios de una desaceleración económica a nivel global. Esta disminución respondió también a la expectativa de que la Reserva Federal continuaría con su ritmo de normalización de política monetaria”.
En relación con los riesgos sobre la economía el documento precisa: “En el entorno descrito, la economía mexicana enfrenta riesgos derivados tanto del ámbito externo como interno. En particular, destacan para la estabilidad financiera los siguientes riesgos: i) una mayor desaceleración del crecimiento global, ii) la adopción de mayores medidas proteccionistas a nivel mundial, iii) una menor inversión y menor crecimiento en la economía nacional, iv) afectaciones adicionales a las calificaciones crediticias en México y, v) episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que pudieran ocasionar ajustes de portafolio en las economías emergentes”.
En relación con la posición financiera de los hogares se menciona: “La posición financiera de los hogares ha mantenido durante los últimos años una tendencia creciente y se ubicó al primer trimestre de 2019 en 32.1% del PIB. 13 Así, a marzo de 2019, el incremento que registró este indicador desde 2013 representó 4.5 puntos porcentuales del PIB, con un crecimiento mayor del ahorro voluntario que del obligatorio. Este resultado se dio en un contexto en el que, durante el mismo periodo, el endeudamiento de los hogares también se incrementó en 2.0 puntos porcentuales del PIB, impulsado principalmente por la expansión del crédito al consumo”.
El documento señala además la posición financiera de empresas privadas no financieras y del sector público, así como banca múltiple, banca de desarrollo, Siefores y otros fondos de inversión, casas de bolsa, aseguradoras y afianzadoras y otros intermediarios financieros no bancarios.
Finalmente, en el apartado de Conclusiones, se menciona: “En este entorno, durante el periodo que cubre el Reporte, continuó la desaceleración de la fase alta del ciclo financiero, lo cual es congruente con la reducción de la brecha de crédito que se observó durante el mismo periodo. Por su parte, la posición financiera de los hogares en México mantuvo una tendencia creciente, en tanto que el apalancamiento agregado de los hogares que se infiere de la información registrada en las Sociedades de Información Crediticia se mantuvo estable. Adicionalmente, continuó observándose una desaceleración del financiamiento al consumo, que obedeció, principalmente, al bajo crecimiento de la cartera de préstamos personales y en menor medida al de tarjetas de crédito. En contraste, el financiamiento total a la vivienda repuntó en el mismo periodo. Con respecto a la morosidad medida a través del Imora, durante el periodo que abarca este Reporte, la correspondiente tanto al crédito al consumo, como a la vivienda mantuvieron un comportamiento estable”.
Fuente:
Banco de México: Reporte de Estabilidad Financiera Junio 2019.
Un post muy interesante. Gracias por la ilustración. Saludos.
Gracias por sus comentarios!!